Misión y valores
FUNDAMENTOS Y TRAYECTORIA:
Independencia: desde su creación, la Fundación no ha estado nunca vinculada ni ha dependido de ninguna otra institución pública o privada. Se financia gracias a aportaciones periódicas solidarias de particulares o entidades, donaciones y cuotas de inscripción o suscripción a algunos de sus servicios o publicaciones. Solo recibe ayudas o subvenciones públicas para proyectos concretos mediante convocatorias en régimen de concurrencia competitiva. Sus actividades se llevan a cabo principalmente gracias al trabajo de personas voluntarias.
Transparencia: a través de la web de la Fundación se informa de todos los aspectos relacionados no solo con sus actividades sino también con sus miembros, gobierno, gestión y contabilidad. Cada año se presentan en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte las cuentas anuales, que también se hacen públicas en la web de la Fundación.
Diversidad de ámbitos de actuación: hospitalario, bibliotecario, escolar, social, universitario, cultural, literario, académico, editorial, medios de comunicación.
Dimensión local, nacional e internacional: con proyectos locales como Mejora con los libros o Español para inmigrantes; nacionales como la revista Mi Biblioteca, el Concurso de fotografía Momentos de Lectura o el Calendario de la Lectura; e internacionales como Libros para el mundo.
Colaboración institucional: la Fundación ha sido entidad colaboradora del Plan de Fomento de la Lectura del Ministerio de Cultura, y tiene firmados convenios de colaboración con varias universidades españolas. También ha cooperado con el Ministerio de Educación de Chile, así como con bibliotecas, centros escolares, redes educativas y otras entidades de voluntariado social y cultural en España y en el extranjero.
Abanico de beneficiarios: desde el público en general (con el proyecto MiniBibliotecas Alonso Quijano o el Calendario de la lectura, entre otros) hasta colectivos profesionales (bibliotecarios), por edad (niños/as en edad escolar o comunidad universitaria), o con necesidades específicas (menores hospitalizados o adultos inmigrantes).
VALORES Y PRINCIPIOS:
Además de facilitar el acceso a todo tipo de información y de potenciar la comunicación humana y el desarrollo del espíritu crítico, la lectura, entendida como hábito cultural, despierta la sensibilidad del individuo y le posibilita la experiencia del placer estético. La lectura es una actividad que puede hacer mejores, más libres y más felices a los seres humanos de cualquier edad y en cualquier circunstancia. El hábito de la lectura puede transformar al ser humano de manera positiva, como transformó en la ficción a un modesto hidalgo manchego llamado Alonso Quijano –del cual toma nombre esta Fundación- en el valeroso caballero andante Don Quijote de la Mancha, uno de los personajes más adorables, generosos e ingenuos de la literatura universal.
Aunque con frecuencia no se le reconoce la importancia que merece, la capacidad lectora es también un aspecto fundamental para el desarrollo del ser humano en sociedad. Cuanto mayor sea dicha capacidad en el conjunto de nuestra sociedad, mejor se podrán garantizar de manera concreta algunos de los derechos fundamentales que consagra la Declaración Universal de los Derechos Humanos, como el derecho a la educación, o a recibir informaciones y opiniones por cualquier medio de expresión.
Porque estoy convencido de que, como afirma el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”, tengo la esperanza y el deseo de que la Fundación Alonso Quijano, mediante la búsqueda de los fines contenidos en sus Estatutos, coopere al bien común y a la paz mundial y promueva el respeto universal a la justicia, a la ley, a los principios democráticos de convivencia, a los derechos y a las libertades fundamentales para todos los seres humanos sin distinción de raza, sexo, idioma, religión ni condición social o económica. Por ello, es mi voluntad que la actividad de la Fundación Alonso Quijano se rija en todo momento por los principios generales de igualdad, tolerancia, solidaridad y fraternidad, y que, en la medida de lo posible, sus actividades beneficien de manera prioritaria a aquellas personas que cuenten con menos recursos o tengan necesidades especiales.
Extracto del Manifiesto Fundacional (Raúl Cremades García,18 noviembre 2000)